Proviene de nuestras viñas más singulares. Sus uvas, con piel gruesa y taninos suaves, aportan potencia, elegancia y complejidad, creando un vino exclusivo con aromas y sabores intensos.
Los vinos de la Colección Clásica de Viñas del Cénit respetan la identidad de Tierra del Vino. Con una vinificación tradicional, destacan por su potencia y estructura, elementos esenciales que reflejan la calidez de la zona sin perder la autenticidad del terruño.
En el viñedo viejo de Tierra del Vino de Zamora se encuentran, además de la omnipresente Tempranillo, variedades blancas como la Doña Blanca, Verdejo, Godello, Albillo y Palomino. Con ellas elaboramos vinos blancos que están mostrando una identidad más completa de esta región vinícola.
La fecha de vendimia de cada parcela se determina buscando un punto de madurez óptimo favoreciendo la frescura y acidez natural de los vinos. Este enfoque permite una estructura equilibrada, donde la fruta se integra armoniosamente con la madera.
Viñas del Cénit utiliza la madera con moderación para realzar la expresión del viñedo. Las barricas suavizan los taninos y añaden complejidad, sin enmascarar el carácter del terroir. El resultado son vinos elegantes y profundos, siempre fieles a su origen.
Esencia
Clásica
Identidad de
una zona
En el viñedo viejo de Tierra del Vino de Zamora se encuentran, además de la omnipresente Tempranillo, variedades blancas como la Doña Blanca, Verdejo, Godello, Albillo y Palomino. Con ellas elaboramos vinos blancos que están mostrando una identidad más completa de esta región vinícola.
Potencia y
equilibrio
La fecha de vendimia de cada parcela se determina buscando un punto de madurez óptimo favoreciendo la frescura y acidez natural de los vinos. estructura equilibrada, donde la fruta se integra armoniosamente con la madera.
Madera
sutil
Viñas del Cénit utiliza la madera con moderación para realzar la expresión del viñedo. Las barricas suavizan los taninos y añaden complejidad, sin enmascarar el carácter del terroir. El resultado son vinos elegantes y profundos, siempre fieles a su origen.
El Pago de Las Salinas es una de nuestras viñas más singulares, y este vino pretende recoger toda la tipicidad de esta parcela. Sólo los grandes vinos son capaces de expresar esa singularidad con equilibrio, intensidad y elegancia, y ese nuestro reto en este vino. Nosotros lo entendemos como un vino, de muchísima complejidad y matices, expresados en forma de notas minerales, especiadas y balsámicas.
El Pago de Las Salinas es una de nuestras viñas más singulares, y este vino pretende recoger toda la tipicidad de esta parcela. Sólo los grandes vinos son capaces de expresar esa singularidad con equilibrio, intensidad y elegancia, y ese nuestro reto en este vino. Nosotros lo entendemos como un vino, de muchísima complejidad y matices, expresados en forma de notas minerales, especiadas y balsámicas.
Crianza: 22 meses en barrica de roble francés.
Proceso: Tras al vendimia a mano permanece durante 15 días con pieles y raspones. Fermentación espontánea, tras la cual pasamos el 50% a barricas de roble francés muy usadas y el otro 50% a tinaja. Tras la fermentación el vino permanece durante 8 meses en barricas de roble francés muy usadas.
Crianza: 22 meses en barrica de roble francés.
Proceso: Tras al vendimia a mano permanece durante 15 días con pieles y raspones. Fermentación espontánea, tras la cual pasamos el 50% a barricas de roble francés muy usadas y el otro 50% a tinaja. Tras la fermentación el vino permanece durante 8 meses en barricas de roble francés muy usadas.
Suelo: Mixto. Combinación de suelos cálidos, en superficie arenosos y guijarros con arcilla en profundidad.
Altitud: 800 metros.
Edad media: 120 años.
Clima: Continental con inviernos muy fríos y veranos cálidos.
Suelo: Mixto. Combinación de suelos cálidos, en superficie arenosos y guijarros con arcilla en profundidad.
Altitud: 800 metros.
Edad media: 120 años.
Clima: Continental con inviernos muy fríos y veranos cálidos.